El Coaching ontológico, su utilidad en las organizaciones

Cuando se habla de Coaching Ontológico, podemos definirlo de varias formas dependiendo del uso que se le dé, que a grandes rasgos, pueden ser dos, el desarrollo personal o el desarrollo de competencias conductuales en una organización, lo que también se conoce como Coaching Ejecutivo.

Dado que este artículo está enfocado hacia lo organizacional, el Coaching Ontológico lo definimos como una herramienta para trabajar en las conductas de las personas y los sistemas (grupos de personas que interactúan con un propósito).

El Coaching Ontológico, es una disciplina que tiene como primer objetivo, que las personas se den cuenta de porque les pasa lo que les pasa y con ello poder diseñar, caminos de acción para intervenir en aquello que no deseamos que nos siga pasando. Me explico con un ejemplo; en una sesión de coaching me llegó un ejecutivo de una gran empresa, declarándome que estaba agotado, que no tenía tiempo para su familia, que salía a las 9 del trabajo todos los días y que ya no daba más y que como si fuera poco, lo habían mandado a esta sesión de coaching que no entendía para que era y que le consumiría su escaso tiempo.

Esta es su experiencia cotidiana, lo que él vive día a día, en que su primera aproximación, es que el mundo lo exige y/u oprime, y que es así, porque en todos los trabajos que ha tenido, siempre ha sido lo mismo.

En el proceso de las conversaciones (el Coaching), empezó a mirar ciertos hechos, como que él se hacía cargo de las cuentas de su casa, que le ayudaba a su secretaria con los problemas de sus hijos, que cada personas que quería hablar con él, sin si quiera tocar la puerta, se metía a su oficina y él lo escuchaba pacientemente, desatendiendo sus actividades, que el jefe le pedía cosas que no estaban en su responsabilidad, y las hacía igual, que como era tan querido el Sindicato también le pedía que mediara con la Gerencia General, función que tampoco era suya, y así un cúmulo de cosas que hacía para otros, etc.

Con esa evidencia, esta persona, se dio cuenta que su cansancio no era porque el mundo era agobiante y/u opresor, sino que era producto de su incapacidad de poner límites, de decir que no, de discriminar lo importante de lo urgente, etc. Es decir, este ejecutivo pudo subirse al balcón de su vida laboral y mirarse a sí mismo, haciendo lo que hacía, y se dio cuenta, que su problema no era el exceso de trabajo, sino que hacerse cargo de cosas que no eran su responsabilidad directa, le quitaban el tiempo y la energía. Y por lo tanto su incompetencia era no saber poner límites, no ser capaz de discriminar lo que es su responsabilidad y lo que no. Entonces las competencias conductuales que comenzamos a trabajar, básicamente 2, su capacidad de poner límites y su capacidad de discernir, que es su responsabilidad que cosas no lo son. (lo que está muy cercano a su incapacidad de tolerar conflictos)

La otra parte del Coaching Ontológico, es acompañar al coachee a mirar como aprendió a vivir sin límites, a generar sentido del valor que podría tener el aprender a ponerlos, (en cuanto a disminuir las horas en el trabajo y ser más efectivo ante su empresa), etc., y después acompañarlo en la experiencia práctica de articular esos límites y sostenerlos, hasta que pueda instalar esa competencia en su quehacer cotidiano, ¿Para qué? Para cambiar su resultado cotidiano, que era el agotamiento, por un resultado deseado, que es ser más efectivo, cumplir mejor sus tareas, y en definitiva era tener más tiempo y no vivir agobiado.

Es importante si, hacer la distinción en que hay distintos niveles curriculares y de experiencia de los Coaches Ontológicos, no todos pueden o saben hacer lo que describí anteriormente y para garantizar ese standard es que en nuestro equipo contamos con Coaches Ontológicos de nivel Senior, con los más altos estándares de formación y con foco en la obtención de resultados concretos en la práctica del Coaching Ontológico en las organizaciones.

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